El pasado 16 de mayo falleció mi Papá, fue algo muy sorpresivo y repentino. Recién lo había visto el pasado fin de semana y el día anterior mi mamá me comentó que se sentía un poco mal del estómago pero aparentemente nada de preocuparse.
Esta experiencia me ha dejado muchas lecciones tales como: 1) Valdría la pena agradecer cada día que uno vive, toda vez que no tenemos asegurado que el día de mañana estemos vivos , 2) Tratar de pasar ya sea o más tiempo o tiempo de calidad con nuestros seres queridos , 3) La importancia de planificar cosas como pudiera ser un servicio funerario, testamento , etc … Aclarando que en los puntos 1 y 2 debo de mejorar mucho y en el punto 3 mi papá dejó cubierto estos temas y ahora a mi me tocará considerarlos para el futuro.
Respecto a mi Papá me encantaría caer en párrafos y párrafos de alabanzas y decir que fue un tipo que cambio al mundo , que era muy simpático , etc … pero no. En realidad mi Papá era , hago alusión a una expresión de Jürgen Klopp, un “Normal One” es decir un tipo que trabajo desde el año de 1978 hasta el pasado 16 de mayo en la Secretaría de Salud, con el clásico horario de 8:00 a 2:30 pm o 3 pm, que uso la mítica Brasilia 1980 prácticamente por 3 décadas , que su pasatiempo era ver fútbol los fines de semana , tanto a sus amadas Chivas , como al odiado América (a veces sospechaba que le daba mas gusto una derrota azulcrema que una victoria rojiblanca) , no le gustaba bailar ni cantar, tal vez otros pasatiempos era criticar a los políticos. Pero en resumen el “The Normal One”.
Igualmente tampoco voy a presumir que tuve la mejor relación con él, tal vez el pudo haber sido mejor padre, eso yo no lo se, de lo que sí estoy convencido es de que yo pude haber sido mejor hijo. Curiosamente lo que más nos unió fie el fútbol , por eso pienso que para mi el fútbol es más allá que un deporte. Más del 60 % de nuestras conversaciones giraban alrededor de él , sobre historias de los mundiales, sobre nuestra selección mexicana , sobre la selección brasileña de los 60’s, etc… En estos últimos años tuvo WhatsApp y lo único que compartíamos era imágenes futboleras.
Tal vez mi Papá no me llevo a Disneyland , pero si me llevo al Estadio Jalisco, que para mi tiene mucho más historia, que cualquier pinche parque gringo.
En 1995, me salvo de morir , cuando me agarro una ola en Manzanillo y él me rescato , costando una fractura en el brazo.
Por último un dato, mi Papá fue Secretario Sindical de 1992-1995 , y a diferencia de la mayoría de los lideres sindicales, el siguió con su mítica Brasília 1980.
Gracias por todo Papá y una disculpa por los errores que pude haber cometido.
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